Quantcast
Channel: El Sórdido Tópico
Viewing all articles
Browse latest Browse all 285

La lengua somos todos. Sobre Culeao (sic)

$
0
0


Rumbo al CILE

Un proyecto que surge como reflexión ante la supuesta unificación propuesta por la RAE y el Congreso Internacional de la Lengua Española.

La tapa muestra a Miguel de Cervantes Saavedra estampado sobre una pared de callejón en la que hay un abecedario pintado. Tiene una leve sombra turquesa en los párpados superiores, los labios color carmín y la barba teñida de amarillo flúo.

En el interior, un texto niega la existencia de Córdoba y su cultura, en referencia al universo holográfico y la afirma, a su vez, a través del poder de la palabra. Un dibujo con estilo medieval muestra la lengua sobre una carreta fúnebre. Hay ráfagas de lunfardo mexicano ininteligible pese a pertenecer al mismo idioma de la academia. Una lengua asoma, pesada, con un candado que la estira. Más palabras en bloque nos hablan sobre la lengua como matriarca/chamán.

“Es un libro que reflexiona en torno a la lengua, cómo la usamos, cómo la hacemos particular y propia”, dice Evangelina Ledesma, una de las autoras del proyecto además de ser prensa de Iván Savorgnan Studio.

“La lengua es la supervivencia del más apto. La lengua insta a conquistar día a día las palabras necesarias, urgentes, vitales que el Poder impide”, dice uno de los textos. Hay una imagen del teatro del Libertador, recientemente reinaugurado después de una costosa restauración, que se astilla y se divide en partes angulosas.

“Una lengua que se muerda y se destruya a sí misma una lengua que no sirva para dar órdenes ni lecciones que siempre dude que siempre aprenda”, dispara otro de los bloques de palabras.

El nombre del proyecto manifiesta la contraposición entre aquello que es dicho de manera común por cualquier hablante y aquello que pertenece al dominio de lo  “correcto”. La palabra “culeado”, participio del verbo “culear”, no solo es vulgar (taxonomía que figura en los diccionarios para condenar a las palabras incorrectas) sino que además está en el extremo opuesto a la supuesta unificación del español que plantea la RAE. Es una palabra vernácula y que –nos guste o no– constituye un rasgo identitario del habla de la región. Sic es una fórmula latina utilizada para citar textualmente algo que puede o no estar mal dicho, en este caso “culeao” en vez del participio “culeado”. De esta manera se busca crear un diálogo entre dos formas para evidenciar esta noción de incorrección léxica.

“A los textos no los revisamos porque como es un proyecto sobre la lengua mucha gente usó falta de ortografía y errores a propósito, mezclando mayúsculas y minúsculas. Los autores no firman los textos y muchos de ellos no tienen título. La lista de artistas va al final, sin más”.

Los escritores e ilustradores son: Antonella Paltrinieri Fissore, Ariel Dávila, Clara Cantore, Darío Arborno, Eduardo de la Cruz, Emi Gorza, Evangelina Ledesma, Fa CG, Fabián Liguori, Federico Racca, Gaspar Libedisnky, Iván Savorgnan, Juan Domingo, Luciana Bedini, María Victoria Rodríguez, Mercedes Chiodi, Sebastián Camargo. Armando Tanús y César Chávez, de México. Ánjel María Fernández, Raúl e Isra DP, de España, y Froso Papadimitriou, de Grecia.

“Iván Savorgnan acababa de hacer un libro en conjunto con Minesweeper Collective y quedaron con ganas de hacer algo colaborativo acá. La inminencia del CILE y las discusiones referidas al congreso fueron ganando protagonismo en el taller. Yo terminé en de gestión. Todavía no sabíamos que ya estaba el encuentro de Derechos lingüísticos como Derechos humanos. Yo decía ¿Por qué no hablamos de la lengua? Venía haciendo una convocatoria abierta sobre la búsqueda del lenguaje en cuanto a lo autóctono… le conté esta inquietud y él me contó sobre sus ansias de lo colaborativo. El proyecto se llamó “Contra Cile” hasta que encontramos que había un encuentro de Derechos Lingüísticos y ahí decidimos cambiarle el nombre. Fue tomando fuerza solo con los textos y palabras que fueron mandando los mismos artistas. Nos caímos de culo a medida que fueron llegando los materiales, parecía que todos ellos habían entendido lo que queríamos hacer. Las imágenes, las palabras, todo encajaba. Los textos fueron llevándonos de manera casi mágica a cerrar el concepto”.

La tipografía se basó en la arquitectura brutalista, utilizando la fuente creada por Juan Domingo, que es parte del proyecto/investigación urbana “Letra de molde” (Gaspar Libedisnky Studio).  El brutalismo  –que se  desarrolló entre los años ’50 y ’80 –, pone el énfasis en la materialidad como así también en algunos rastros estructurales. El libro se compone de bloques tipográficos justificados y rígidos siguiendo este concepto. También hay influencia de Philip Glass en la propuesta tipográfica: en sus composiciones, la repetición de un signo se rompe con pequeñas notas, a veces imperceptibles, que consiguen impactar en la totalidad.

“La lengua somos todos. La lengua está ahí para intentarlo. A por ello”, dice en alguna parte.



Publicado en Hoy Día Córdoba, el 20 de Marzo de 2019

Viewing all articles
Browse latest Browse all 285